La imaginación me dice que te siga
en vuelo rasante
la desidia me lo impide
con el deseo levanto vuelo otra vez
veo la escarcha en los campos plenos
sigo viaje tranquilo
ojalá nunca me quede sin frenos
pero si pierdo las alas del deseo
y me empantano en el lodo
no me sueltes las manos
y si lo haces
te veré del otro lado del mundo
en un carrito de la costanera china
comeremos lo de siempre
amor con espinas
parados
bajo un aguacero
incómodos
de la manera que siempre nos gustó.